¿Por qué leer?

Me pongo en situación. Hoy es 21 de abril y estoy frente a este espacio en blanco dispuesta a recordaros lo que ya sabéis, lo que conmemoran todos los medios de comunicación, a lo que se invoca todos los años por estas fechas. Desde La Vieja Sirena, esta guarida para lectores y navegantes, envío mi propia invitación a la lectura. Estoy obligada a recordar que pasado mañana es el Día del libro, sobre todo a aquellos seres humanos a los que no es necesario recordárselo, que no son otros que los que exploran en rincones donde todo es posible, como aquellos que están llenos de libros, a esas almas valientes, viajeras, curiosas (maravillosa curiosidad, que nos permite seguir encontrado sorpresas)…

Por eso, como respuesta a la pregunta que presenta este escrito sólo se me ocurre contestar desde mí misma.

Leemos porque en ocasiones la ficción se nos antoja más atractiva que la realidad. Los griegos contemporáneos de Aristóteles asistían a las representaciones teatrales para encontrar momentos sublimes, para romper con su cotidianidad. Las historias que nos cuentan en los libros son extraordinarias y por ello nos fascinan; son momentos vividos por otros y, por ello, en cierto modo, los anhelamos. ¿Anhelamos lo no vivido? Dejo esa pregunta en el aire…

En los últimos tiempos me ha tocado mirar muy de cerca y eso me ha permitido el juego de acercar y alejar la vista. Cuando me alejo a través de la literatura y de otras historias contadas tomo la distancia y fuerza necesarias para enfocar mi mirada en la vida, en el aquí y el ahora. La vida nos obliga a tomar tierra para permanecer atentos y alerta a las sorpresas, mas he de reconocer que necesito de lo ajeno, de otros relatos, otros momentos y espacios para volver a situar mi cuerpo en la realidad. Y no es porque considere la ficción más deseable, sino porque en ella también me reconozco a mí misma, ahí también estoy yo. Pero sólo me permito habitarla si vuelvo a lo cercano. Y así es como me reencuentro, cuando ya no pretendo ser otra cosa más que yo, no queriendo vivir otra vida que no sea la mía.

Esta es mi razón para continuar leyendo… ¿Cuál es la tuya?

 

Frase Eduardo Galeano

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